lunes, 1 de agosto de 2011

Invisible


Pasaste por al frente mío y no me viste, estoy segura de eso. No me dedicaste una sonrisa ni nuestros ojos conectaron por pocos segundos; simplemente seguiste caminando, como si yo nunca hubiera estado ahí.

Y no es chiste si te digo que en ese justo momento escuché como mi corazón se rompía en miles de pedazos, algo parecido a como se rompe el cristal. Pero sé que no serviría de mucho ya que no quiero que sientas lástima por mí, o que me quieras sólo porque no quieres hacerme sentir mal; pero no te preocupes por esa parte, puedes seguir con tu camino sin sentir pena por lo que siento, porque después de todo, ya rompiste mi corazón.