Ella ríe sonoramente, no le preocupa que los demás la miren con extrañeza cuando lo hace. Amo su risa. Es espontánea y real, no actuada como muchas. Lo agradezco, agradezco su sinceridad con el mundo, porque poca gente de esas queda.
Pero lo más lindo que ella tiene es su sonrisa, porque ella le sonríe a la vida. La he observado lo suficiente como para saber que lo hace ya casi sin darse cuenta, porque esa actitud de demostrar felicidad se ha arraigado a ella.
No se mucho de su vida privada, nada la verdad; pero con lo que he visto, sé que prefiere que la gente la vea feliz a todo costa, pues siente que la alegría de los demás depende de ella, se siente responsable. Si no da felicidad a la vida y a los demás ¿quién más lo haría?