¿No te has dado cuenta?

Told you so - Jesse McCartney

— ¿Es qué estás loca? ¡No lo vuelvas a hacer!

Stella lo miró con una ceja alzada ¿de qué estaba hablando exactamente? ¿Qué no vuelva a hacer qué? ¿Quitarle de encima a esa cualquiera? ¡Pero si le estaba haciendo un favor!

— No puedes estar hablando en serio.

— Sí que lo estoy haciendo. — Ella lo fulminó con la mirada.

Quería golpearlo, por ser un idiota y retardado. Por no ver la obviedad en su acción, por no ver como desde lejos su miraba quemaba a él y a esa chica mientras ambos se revolcando por ahí, y por no notar lo celosa que se encontraba por eso.

— Eres un idiota, Andrew,  realmente lo eres.

— ¡Ahora yo tengo la culpa! —exclamó él exasperado.

— ¡Sí! ¡Y siempre la has tenido! — Sí, definitivamente él tenía la maldita culpa por haberla enamorado con sus encantadores ojos celestes.

— ¿De qué estás hablando? —Ella gimió desesperada por lo que estaba ocurriendo. Fue en esa parte de la discusión en la que Andrew perdió todo el hilo. Su mejor amiga lo quedó mirando como si fuera la persona más estúpida del mundo, y que al parecer era.

— ¿Realmente no te has dado cuenta? ¿No te fijas que cada vez que sales con una chica nueva los celos me carcomen por dentro? ¿De verdad no has notado que estoy terrible e irrevocablemente enamorada de ti?

— ¿Y tú tampoco has notado que esto sólo lo hacía para ponerte celosa? —él sonrió, satisfecho de que su plan había salido a la perfección.

— ¿Qué?

Andrew rodó los ojos, y sin esperar alguna reacción en la muchacha, la besó. 

Sasha

Fire - Grayson Chance

Podía ser de lo más molesta cuando me despertaba por la noche, aunque sabía que no lo hacía por querer fastidiarme, sus ganas de proteger su territorio de alimañas eran más fuertes, y lo entendía; la quería de todas maneras.

Cuando me miraba a través del vidrio mientras estudiaba era de lo más insoportable, no me dejaba leer tranquila, porque sus ojos —tan tiernos y llenos de determinación— me gritaban que quería ir a dar una vuelta, aunque no había ningún indicio de que realmente quisiera salir.

Pero ella siempre estaba ahí de todas maneras, aunque le gritara y regañara; siempre a mí lado, como el más fiel sirviente. Peleara o gritara, ella nunca se alejó. Era mi hombro preferido sobre  el cual llorar (aunque prácticamente no tuviera uno), fue la única con la que no temía llorar al frente, sólo ella lograba consolarme y calmarme, de lo que fuera.

Era mi mejor amiga, la mejor de todas. Porque por más que la alejara, ella llegaba igual; por más que se llevara una que otra pertenencia mía, igual la perdonaba; y por más que no soportaba sus ladridos inesperados que hacían que mi corazón se saliera del pecho, igual la felicitaba por sus esfuerzos de guardiana.

Pero lo que nunca le voy a perdonar es que se haya ido. Que me haya dejado sola, sin quien llorar y lamentarme. Que me haya abandonado era lo único que no le aceptaría, porque no podía, y no quería.

De todas maneras, Sasha, sabes que te amo.

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Esto se lo dedico a mi gran amiga Daniela, que ayer sufrió la pérdida de su perrita Sasha (Q.E.D) y que sé lo que significa eso.

Pétalo por pétalo

Cuando me enamoro - Enrique Iglesias Ft. Juan Luis Guerra

Laura estaba sentada en una banquita del parque, totalmente concentrada, con una flor en las manos y otras cinco a su lado derecho. Sacaba pétalo por pétalo mientras recitaba un: “me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere…” Arrugó la frente cuando se dio cuenta que no recibía la respuesta que quería, y simplemente tiró lo que quedaba de flor hacia atrás para tomar otra, volviendo al mismo rito que la tenía atrapada hace unos minutos.

No había tenido suerte, y no pensaba perder las esperanzas, ella iba a lograr que él la quisiera, no importaba si tenía que arrancar más flores del parque o comprar un ramo entero de éstas; pero no se iba a rendir, eso ya estaba decidido.

Adorada niña

Higher Ground - Amy Diamond

Era esa risa, tan agradable y ligera que le encantaba oír, y de sólo hacerlo, su día cambiaba definitivamente. No hay risa como aquella, tampoco niña como ella; era la luz de sus ojos, la personita por la que daría hasta el último aliento de su vida, era su hija, su pequeña y adorada niña.

Cuando te lo digo.

I can't lie - Maroon 5

— Eres hermosa

Maggie miró al chico frente a ella con escepticismo, tratando de averiguar de donde provenía su repentino delirio.

— ¿Te encuentras bien?

No era normal aquella actitud del muchacho y Maggie estaba preocupada de que tal vez su cerebro se hubiera congelado ante el frío de Colorado.

— Es mejor que entres a la cabaña, te prepararé chocolate caliente — continuó ella sin siquiera esperar alguna respuesta de él.

Al ver que no se movía lo tomó por la muñeca e intentó llevárselo a la fuerza, pero el muchacho no tenía —al parecer— ganas de irse de ahí; sus pies se afirmaron fuertemente a la nieve evitando así que Maggie se lo llevara.

— Te estoy hablando en serio, Maggie.

La chica no dijo nada y simplemente se acercó lo suficiente a él como para tocar con su mano la frente del chico para comprobar de que no tuviera fiebre —o más bien de que la tuviera—para así de esa manera atribuir sus delirios a su cambio de temperatura.

— Creo que tienes fiebre.

— Mag — replicó el chico con tono de advertencia — Estoy siendo sincero contigo.

— Creo que el frío está afectando tu cabeza, Silver.

— Estoy perfectamente.

— Pero me llamaste hermosa, eso… no es normal.

— ¿Por qué te cuesta tanto aceptar un cumplido?

Maggie lo miró con su entrecejo fruncido, no podía entender porqué Silver le estaba diciendo esas cosas y justo en ese momento, para ella era una situación completamente bizarra y sin sentido. No era normal que alguien le dijera un cumplido ya que en todos sus años de vida nadie había sido capaz de dedicarle bonitas palabras.

— No creo que estés hablando en serio.

— Pero es verdad. — Hizo una pausa — Cuando te veo… lo único que hago es admirarte — Maggie hizo una mueca de disgusto — Eres valiente y fuerte, te gusta pelear por las cosas que tú crees que son buenas, tienes una chispa de vida que me emociona cada vez que la veo resplandecer con fuerza; y por sobre todo… la manera en que vives, eres tan apasionada que me da envidia.

«Sabes perfectamente como ha sido mi vida: fácil. En cambio tú, que te ha tocado la parte difícil, no dejas de luchar por tus ideales y eso realmente me hace admirarte. Además… me encanta ver tu cabello negro y largo cuando se mueve de un lado a otro las veces que lo llevas tomando; ¿y que puedo decir de tus ojos? son tan profundamente azules y oscuros que es fácil hundirse en ellos, y… »

— ¡Basta! —Maggie empezó a respirar forzosamente — Cállate, no digas ni una sóla palabra más. Me vas a volver loca.

— ¿Qué te pasa?

— ¿Qué me pasa? Me pasa que no quiero oír estas cosas, son estupideces y no son ciertas.

— Sí, lo son — refutó Silver.

— Está bien, está bien. De todos modos me da lo mismo lo que tú creas.

— ¿Gracias?

— No fue un cumplido, Silver

Agregó antes de dar media vuelta y alejarse del lugar, dejando a un tanto irritado Silver que no entendía porqué la chica era tan cerrada ante los cumplidos. Si bien la llevaba conociendo un año entero… no sabía muchas cosas de ella, la verdad es que casi nada. Y sabía que su extraña actitud tenía que ver algo con su pasado y con el hecho de que fue huérfana.

Suspiró, la quería mucho y la admiraba, debía empezar a entenderla y a conocerla si quería que ella le abriera su corazón; iba a ser algo difícil, lo sabía. Pero valía la pena, realmente lo valía.

Gracias a todas por visitar el blog y dejar sus comentarios, se los agradezco mucho!

Cariños, Lissa James

Dolor

Tears Dry On Their Own - Amy Winehouse

Es el sonido de tu corazón quebrándose el que te asusta, porque por dentro estás tan destruida que no eres capaz de sentir nada, pero el ruido: fuerte y claro, permanece en tu cabeza, sin dejar de reproducirse.

Tratas de ver a tú alrededor, pero las lágrimas se han acoplado en tus ojos y no te dejan ver con claridad. Intentas limpiarlas mientras caen, pero no quieren parar. Pruebas con mover tus pestañas para poder detenerlas unos segundos, pero se rehúsan a detenerse; y no ayuda el hecho de que se han coordinado con unos sollozos profundos. Lamentablemente eso provoca que sigan cayendo.

Ya cansada las dejas caer, y tú simplemente te tiras al suelo para poder llorar con tranquilidad; sin que nadie te vea, en especial él, que fue principalmente quien te ha provocado todo esto.

No sabes que hacer luego de que han pasado unos minutos, la noche ya había caído y lo único que querías en ese momento era tirarte a tu cama y no hacer nada; porque saber que te han engañado era algo, totalmente destructor; pero que te mientan y que luego te lo digan en un lugar donde estás completamente sola sin alguien que te acobije o defienda, realmente duele, sobre todo si a la otra persona le importa un bledo si te duele o no.

Quieres ser fuerte, sientes que la situación es estúpida y que no hay razón para llorar, pero está bien, es una reacción normal y liberadora, y aunque no quita dolor, te hace sentir algo mejor.

Bienvenidos!

Este blog nace principalmente para poner mis historias, pequeñas y largas. 

Así que espero que les guste.

Cariños,

Lissa James.