Laura estaba sentada en una banquita del parque, totalmente concentrada, con una flor en las manos y otras cinco a su lado derecho. Sacaba pétalo por pétalo mientras recitaba un: “me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere…” Arrugó la frente cuando se dio cuenta que no recibía la respuesta que quería, y simplemente tiró lo que quedaba de flor hacia atrás para tomar otra, volviendo al mismo rito que la tenía atrapada hace unos minutos.
No había tenido suerte, y no pensaba perder las esperanzas, ella iba a lograr que él la quisiera, no importaba si tenía que arrancar más flores del parque o comprar un ramo entero de éstas; pero no se iba a rendir, eso ya estaba decidido.
a lo mejor hay que dejar las flores y pasar a algo más fuerte :)
ResponderEliminarTenes un blog espectacular ♥ Es MUY lindo. Te espero por el mío - *-*
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog, creo que poco a poco ira a mejor! Te sigo a ver si pasas por el mio!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrecioso! Me ha encantado esta entrada!
ResponderEliminarUn besito
Mimí